Han surgido más de 450 nuevas empresas exportadoras, se han incorporado más de 150 nuevos productos de exportación y se han creado más de 25.000 nuevos empleos.

Este 1 de enero del 2024 Ecuador y la Unión Europea entran al octavo año de vigencia del acuerdo comercial firmado en 2016 y que empezó a regir el 1 de enero del 2017. Eduardo Egas, quien cumplió varios papeles en ese proceso como viceministro de Comercio Exterior, ministro de Industrias y delegado del presidente de la República en las negociaciones con los europeos, analiza los resultados alcanzados y recuerda los detalles de una difícil y larga negociación.

¿Cómo cataloga los resultados alcanzados hasta ahora?

Muy positivos, ya que el comercio ha crecido en ambas vías. Nuestras exportaciones han aumentado en valor y en volumen y se ha diversificado la canasta exportadora. Así también, han aumentado los productos de valor agregado, sobre todo agroindustriales. Además, ha aumentado el número de empresas que exportan, en especial pymes.

También hay tareas pendientes, ¿cuáles son?

Aún tenemos desafíos no logrados que merecen ser parte de una estrategia público-privada. Entre ellos, la necesidad de diversificar más aceleradamente la oferta exportable, con nuevos bienes y servicios o con mayor valor incorporado en ellos. La oportunidad está abierta, pues el 100 % de los bienes industriales o transformados de la oferta productiva del país puede ingresar con cero aranceles al mercado de la UE. También nos falta introducirnos con mucha más fuerza en aquellos mercados de los países miembros de la Unión Europea donde aún no estamos presentes (apenas en seis o siete mercados europeos, de los 27 que son, tenemos concentradas nuestras ventas).

¿Cómo recuerda esa negociación y qué papel tuvo en ella?

El proceso de negociación fue largo e inestable, con Ecuador que entraba y salía de las negociaciones. El proceso se inicia en Tarija, Bolivia, cuando la UE invita a los miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) a iniciar un proceso de negociación comercial. Recordarán que este proceso no prosperó, por lo que la UE invitó de manera individual a los países andinos que deseen avanzar con el proceso de negociación. La invitación fue recogida por Perú y Colombia, mas no por Ecuador y Bolivia. Ecuador decide entrar después, pero sale nuevamente después de un poco tiempo, para volver a entrar unos años más tarde y llegar a concluir esta negociación comercial con la UE.

¿En algún momento hubo riesgo de abandonar por completo las negociaciones?

Ecuador abandonó varias veces el proceso de negociación. Fue un proceso delicado, particularmente porque había una fuerte oposición de una parte importante de los principales actores del Gobierno de esa época. A ratos, la negociación interna fue más compleja que la que se llevaba adelante con los mismos europeos.

En un cierto momento, después de haber recibido el presidente Rafael Correa la invitación de la canciller de Alemania para que se reincorpore al proceso de negociación que se llevaba adelante con Perú y Colombia, se estuvo a punto de desechar esta invitación por la presión de otros importantes miembros del Gobierno que preferían que Ecuador entre a ser miembro pleno del Mercosur para negociar con la UE desde ese foro más fuerte. Menos mal que esa idea no prosperó, hoy en día estaríamos esperando que Mercosur concluya estas negociaciones con la UE

¿Quiénes conformaban el equipo negociador que alcanzó la firma del acuerdo?

Varios destacados negociadores que en la mayoría de los casos siguen siendo parte del equipo negociador del país. En particular, el embajador Mentor Villagómez quien era el jefe negociador al inicio del proceso cuando aún se negociaba intrabloque, es decir, CAN-UE.

Francisco Rivadeneira, como viceministro y posteriormente ministro de Comercio Exterior, y el embajador Roberto Betancourt como jefe negociador durante las etapas de volver a convencer a los europeos de sentarse a la mesa de negociación después de que el Ecuador se retiró, en el proceso de negociación y cierre técnico del acuerdo y en el proceso de negociación con el Parlamento Europeo para que amplíe la vigencia del SGP+ hasta la fecha de entrada en vigencia del acuerdo con la UE.

También el embajador César Montaño fue un pilar importante en el proceso de negociación; y, finalmente, el exministro Juan Carlos Cassinelli, quien se encargó eficientemente del proceso de ratificación política e institucional del acuerdo.

Ecuador fue el último país en unirse al acuerdo multipartes, que ya incluía a Colombia y Perú. ¿En estos siete años Ecuador ha logrado equiparar la competitividad en la UE con esos competidores?

Sin duda hemos podido equiparar la cancha a nivel de aranceles. Sin la preferencia arancelaria que nos concedió la UE hoy estaríamos fuera del mercado europeo, pues nuestra oferta exportable es muy similar a la colombiana y peruana.

Hay productos ecuatorianos donde somos más competitivos que los países vecinos (por lo general los tradicionales). Hay otros donde nuestra competitividad es más baja que la de los vecinos. Pero sigue siendo duro competir con ellos cuando por un lado ellos pueden devaluar competitivamente su moneda y nosotros no por ser dolarizados y, por otro lado, cuando ellos tienen políticas de Estado de largo plazo para fomentar sus exportaciones y nosotros no.

En este año Ecuador ha firmado acuerdos con China, Corea del Sur y Costa Rica, ¿cómo califica la suscripción de estos acuerdos, son tan necesarios como lo fue en su momento el de la UE?

El acuerdo con la UE sirvió como base, precedente, para todas las negociaciones que el país llevó a cabo posteriormente y por ende aclaró y facilitó el proceso. Todas las negociaciones son importantes. La UE fue importante porque este mercado constituye uno de los principales destinos de nuestras exportaciones al mundo históricamente.

China y Corea del Sur son trascendentales por el tamaño e importancia de sus mercados, pero particularmente porque nos permiten diversificar nuestras exportaciones hacia el Asia, donde no hemos tenido una presencia significativa históricamente. Esperamos que ambos acuerdos puedan ser ratificados por las autoridades pertinentes del país. Costa Rica es importante dentro del contexto de la integración regional y es trascendental para las exportaciones de manufacturas y de las mipymes exportadoras ecuatorianas.

Lo que nos sigue faltando es un acuerdo comercial con los Estados Unidos, que es uno de nuestros principales mercados y socios.

 

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Ma. Alejandra Granja J.

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